¿Reciclar es de pobres? Sobre por qué los museos necesitan una conversación con el Lorax

Museo Go Green! conversando con el Lorax / Redibujo de David Fernández Huerta. Original de Dr. Seuss

Cualquiera que se preocupe mínimamente por el medio ambiente estará familiarizado con la regla de las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar. Aunque obviamente se trata de un concepto genérico, las 3R son una herramienta elemental muy útil a la hora de, por ejemplo, organizar una exposición. ¿Se están reciclando materiales de muestras anteriores o se van a producir de nuevo todos los soportes, mobiliario, puntos de información, etc.? ¿Necesitamos realmente colocar vinilos en todas las paredes o se puede reducir el texto a la mitad? ¿Son estos vinilos reciclables? No pretendo entrar en estas cuestiones, ya hablaré más adelante sobre aspectos mejorables y alternativas disponibles para producir exposiciones sostenibles. Hoy me interesa especialmente la idea de reutilizar.

No es ninguna novedad que todos los museos reutilizan elementos museográficos, sistemas de almacenaje, soportes o incluso cartelas, ningún museo puede –ni debe– permitirse trabajar con materiales de usar y tirar. En realidad, la técnica de la reutilización se lleva poniendo en práctica toda la vida, más o menos conscientemente, por pura necesidad. Nadie pone en duda que desechar una vitrina tras una exposición de tres meses es una aberración. También es cierto que no todos los museos disponen de las instalaciones adecuadas para almacenar estos elementos sobrantes –y disponibles– y muchas veces son las empresas de montaje de exposiciones las que recuperan este tipo de materiales. Ahora bien, pocas veces he observado en esta estrategia de ahorro un interés medioambiental o una verdadera preocupación por la generación arbitraria de residuos. Las vitrinas se reutilizan para ahorrar.

El año pasado coordiné una exposición en la que todo el mobiliario expositivo era no sólo reutilizado, sino también prestado por otra institución. Reconozco que me sentí bastante satisfecha por haber sorteado los costes medioambientales derivados del consumo energético, la explotación de recursos forestales, la utilización de combustibles fósiles o el gasto de agua ocasionados por la fabricación de nuevas vitrinas, soportes de metacrilato, etc. Sin embargo, el motivo primordial que nos llevó a adoptar ese sistema de préstamo fue que, sencillamente, no teníamos dinero para comprarlo. Después de mucho reflexionar no puedo evitar pensar: ¿alguien se preocupa por el planeta o reutilizamos sólo para ahorrarnos unas perras? ¿Si no fuera por los presupuestos que manejamos, TAMBIÉN LOS MUSEOS CONSUMIRÍAN HASTA MORIR?

Hace algunos meses asistí a un curso sobre manipulación de bienes culturales organizado por el Museo Nacional de Antropología. Se habló mucho sobre soportes expositivos, sistemas de almacenaje y materiales de restauración, con el eterno fantasma de los limitados medios económicos y humanos que acecha a la mayor parte de los museos. Entre el fascinante alarde de picaresca museística, prueba de la inmensa inventiva del personal de Colecciones para subsistir pese a los recortes, y la exposición del potencial logístico de una empresa de transporte, me gustó saber que al menos una persona se preocupaba por las mismas cosas que yo. Paloma Muñoz-Campos, del MNAD, reflexionó sobre el embalaje a medida y la importancia de su reutilización. «No se a vosotros -dijo dirigiéndose a los ponentes- pero a mí me preocupa que se talen más árboles». Inmediatamente su interlocutor, fabricante de las temidas y admiradas cajas a medida, se apresuró a manifestar su compromiso con el planeta, casi avergonzado por no haberlo mencionado antes. Supongo que todo el mundo debió de pensar “¡Ahí va! No se me había ocurrido…”. Fue como la llegada del Lorax al salón de actos.

9 Respuestas a “¿Reciclar es de pobres? Sobre por qué los museos necesitan una conversación con el Lorax

  1. Que interesante este nuevo punto de vista ecológico… si que conocía la reutilización de soportes como vitrinas (que son muy costosas) o paneles DM… pero nunca había escuchado que los vinilos se reutilizarán en este tipo de cosas… y menos aún que se prestarán soportes entre varias instituciones… pero es un buen modo de ahorrar dinero, y más en estos tiempos, a la vez de perjudicar lo menos posible al medio ambiente.

    Yo lo que si he visto es utilizar cartón reciclado en vez de soportes DM, que es mucho más barato y como tú dices cumple las 3 R: reducir, reciclar y reutilizar :) y aunque es más barato, el problema es que sólo se le puede dar 1, 2 o 3 usos como mucho…. en vez de vinilo, los textos e imágenes estaban impresos… me gusto mucho la idea, la verdad… aunque también es cierto, que no tiene la misma estética y el buen acabado que los paneles DM

    También he visto como esta reutilización de soportes y materiales pueden ser una autentica birria por no cuidar los detalles…. el año pasado fui a ver una exposición temporal al museo del automóvil de Salamanca…. y no sabría por donde empezar… la chica nos contó que su presupuesto era muy límitado (300-500 euros) y que había hecho uso de lo que había por los almacenes… aún así, se notaba que la museografía era pobre, poco cuidada (detalles tan simples como una pintura de color negro en vez de blanco, pueden ayudar a que tenga una mejor imagen los paneles) y sosa… lo que quiero decir es que me parece muy bien lo de reutilizar soportes, pero no a cualquier precio….

  2. Entiendo lo que dices, de hecho muchas veces se presupone que reutilizar es montar exposiciones feas con pegotes y eso no tiene por qué ser así. Yo creo que por encima de todo está el buen gusto y alguien que diseña una expo debería tenerlo :) -¡aunque la realidad es que cosas feas hay a raudales!-. Con respecto a los vinilos, por ejemplo, el problema es que no sólo no se pueden reutilizar -porque una vez lo arrancas no sirve para nada-, sino que además lo normal es que sean de PVC, que es un plástico muy contaminante, y que no se reciclen debidamente. Sin embargo, hay alternativas más baratas y sostenibles, como utilizar plantillas o proyectores para rotular directamente sobre la pared.

    Al fin y al cabo se trata de ser un poco creativo y tener recursos. Volvemos a lo de siempre -la contratación, las condiciones laborales…-, porque te das cuenta de que lo fundamental es contar con un buen equipo de profesionales capaz de dar con soluciones ingeniosas, haciendo de la necesidad virtud :)

  3. Quizá en lugar de ser un inconveniente, el hecho de reutilizar para ahorrar y no con otros fines más «nobles» hace entrar a los museos en una dinámica mucho más sostenible, aunque sea por la puerta de atrás. En un mundo ideal las prácticas de austeridad puestas en práctica en tiempos difíciles se establecerían como medidas de sostenibilidad con la llegada de tiempos mejores. Claro que en nuestro mundo real los museos siempre están en crisis, y las épocas de bonanza se aprovechan para hacer ostentación.

    • Totalmente de acuerdo :) Está claro que, sea cual sea el motivo, la idea de que se opte conscientemente por reducir y reutilizar materiales es siempre positiva y tiene un impacto directo en el entorno. Ahora bien, como tú dices, las épocas de abundancia -si es que el sector museístico español alguna vez ha experimentado algo similar- no deberían aprovecharse para consumir a lo loco, sino para, por ejemplo, invertir en infraestructuras que permitirían ahorrar recursos y dinero a largo plazo. Y si no se procede de esa manera es, precisamente, por el mismo motivo que lleva a reutilizar únicamente para ahorrar: porque habitualmente no se entiende el museo como una plataforma de consolidación y difusión de valores, ni se considera la sostenibilidad una variable a tener en cuenta. Ahí está el verdadero problema y eso es lo que, afortunadamente, muchos museos del mundo están intentando cambiar.

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  5. Lo de las cajas a medida siempre me ha mosqueado un poco, no comparto esa posturas de algunos museos de exigir siempre cajas nuevas hechas exclusivamente para sus piezas. Las cajas por dentro pueden adaptarse a medidas de diferentes medidas. No sé si la exigencia de las cajas hechas ex profeso puede tener algo que ver con la intención por parte de la institución de mostrar su prestigio. Desde luego estoy a favor total de la reutilización, sin tener en cuenta la situación económica en la que se esté, y sin poner en peligro la integridad de la obra o pieza.

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