(Publicado originalmente en el blog de Asimétrica con motivo de la IV Conferencia Marketing de las Artes, en la que participaré con la ponencia El museo como medio: cómo repensar el engagement para crear ciudadanos más felices).
Hace no tantos años, los museos se conformaban con atraer nuevos visitantes y conseguir que estos atravesaran sus puertas, disfrutaran de la experiencia, aprendieran, e incluso repitieran –o no–. Pronto lo de repetir se convirtió en algo prioritario y la fidelización del visitante pasó a un primer plano. Ya no era suficiente con llegar a más gente, sino que había que hacerlo de manera más eficiente, construyendo vínculos duraderos y ofreciendo razones suficientes como para convertir el museo en un destino recurrente. Más o menos al mismo tiempo, nos dejamos seducir por lo que entonces parecía moderno, y cuya sola mención prometía salvar a cualquier museo del aburrimiento y la desolación; se nos decía que el único camino viable hacia la innovación pasaba por la interactividad. Llamémoslo participación y pidámosle cuentas por habernos hecho pulsar más de un botón o participar en esfuerzos colectivos de co-creación. En el museo participativo el visitante ya no era espectador sino sujeto activo que manipulaba recursos, construía conocimiento y accionaba la palanca que mantenía el museo en funcionamiento.
Ahora bien, hemos pasado del visitante que vaga, al visitante que vuelve y al que participa y transforma, pero no nos quedaremos ahí. Si eres uno de esos visitantes que disfruta del acto contemplativo te interesará saber que ahora no solo queremos hacer que trabajes, que pienses, que nos ayudes; ahora también queremos cambiarte la vida. (…)
Los museos interactivos sin duda nos cambian la vida, donde pasamos a ser simples visitantes a sujetos activos manipulando recursos, interactuando con los elementos de aprendizaje, construyendo conocimiento, apropiándonos de el. Un elemento fundamental dada la importancia de los museos interactivos como generadores de conocimiento e innovación, es ahora buscar museos interactivos enfocados al Desarrollo Sostenible. Las políticas públicas deberían estar enfocadas en que todo nuevo desarrollo obligatoriamente incorpore elementos sostenibles. Es importante planificar los proyectos modernos bajo el concepto para que puedan perdurar en el tiempo; de esta forma los museos en un futuro seguirán cambiándonos y mejorando la vida.
Totalmente de acuerdo, Javier. La sostenibilidad no debería ser una opción o un valor añadido, sino algo inherente a cualquier nuevo proyecto.